Higiene facial en cabina, la mejor forma de oxigenar la piel
La limpieza facial es un aspecto que está a la orden del día. La salud ha ido subiendo en el ranking de prioridades de las personas, siendo la salud del cutis una de las que más importancia ha tomado. Sin duda, hay muchas maneras de cuidar la piel, ya sea de la cara o de cualquier parte del cuerpo, pero haciendo hincapié en lo que al rostro se refiere los procedimientos de higiene facial en cabina son uno de los más recomendables y efectivos que existen hoy en día.
El proceso de regeneración celular de la piel dura en torno a 20 ó 30 días. Las células tardan un mes aproximadamente en renovarse. Y dentro de los objetivos marcados cuando se trata de limpieza facial es, sin duda, facilitar esa renovación celular con la que se puede depurar la piel y hacer más eficaces los tratamientos cosméticos que se aplican para tratar problemas concretos como las arrugas.
Tras una limpieza facial en cabina la piel se muestra bastante más radiante y esa sensación se mantiene durante las siguientes 24 ó 48 horas. En ese tiempo la piel está liberada de las células muertas, recuperando así la oxigenación e hidratación necesarias para la correcta circulación de los nutrientes. A partir de ahí, la piel será mucho más receptiva a cualquier tratamiento que se realice.
¿Qué se logra con la higiene facial en cabina?
Dentro de los beneficios que tiene esta práctica se encuentra la oxigenación de la piel. Con ello se eliminan células muertas que se encuentran en la capa más superficial de la piel. De esa manera se consigue que la piel respire y se oxigene de forma correcta. La respiración de la piel es un aspecto fundamental para la salud de ésta y la higiene facial en cabina es una ayuda perfecta a para ello.
Por otro lado, la higiene facial en cabina también ayuda a la hidratación. Se eliminan y se renuevan las células muertas, por lo que se consiguen restaurar los niveles de hidratación y equilibrar el PH natural epidérmico. Esto consigue equilibrar a grandes rasgos la salud de la piel de una forma perfecta.
¿Qué sucede con las pieles grasas y las pieles secas?
No todas las pieles son iguales. En ese sentido, hay dos tipos de pieles que necesitan un cuidado distinto dentro del procedimiento de la higiene facial en cabina. Entre esas pieles se encuentran las grasas y las secas.
Haciendo énfasis en pieles grasas, es necesario hacer una limpieza mucho más profunda por su exceso de secreción y la cantidad de poros dilatados. En ese sentido, es recomendable que se realice una higiene facial en cabina mensual. Este aspecto se lleva a cabo para preparar un tratamiento especializado y complementario que equilibre la piel reduciendo los niveles de grasa.
Por su parte, las pieles secas tienden a deshidratarse fácilmente ya que carecen de agua y de grasa. Son pieles muy sensibles, por lo que es importante mantenerlas cuidadas. Es verdad que son pieles más fáciles de mantener, pero es recomendable hacerse una limpieza facial en cabina de forma bimensual.
Limpieza clave
Con todo esto, se puede mantener una piel limpia y perfectamente cuidada teniendo en cuenta que es muy importante para la salud. Con la higiene facial en cabina se puede conseguir ese objetivo independientemente del tipo de piel que tenga cada persona. Es una forma sencilla y rápida de tener un cutis saludable a la par que brillante, lo cual será una manera bastante eficaz de lograr ese punto de belleza sin perder un solo ápice de salud.