La obesidad es la enfermedad metabólica con mayor tasa de prevalencia en el mundo occidental. Tanto es así que en 1997 las OMS declaró que la obesidad se había convertido en una epidemia mundial y que representaba una amenaza para la salud. De hecho, la obesidad se considera la segunda causa en importancia (después del tabaquismo) de muerte evitable en todo el mundo.

La cirugía bariátrica (del griego baros, presión o peso) es una intervención quirúrgica que pretende que los pacientes obesos a ella sometidos pierdan peso y no vuelvan a recuperarlo. Las técnicas quirúrgicas que se han utilizado han ido cambiando en los últimos años, Estas técnicas son muy eficaces para perder peso puesto que consiguen por un lado que los pacientes obesos no tomen tanta cantidad de alimentos y por otro que los alimentos ingeridos no sean bien aprovechados por el organismo.

El proceso de preparación, valoración, intervención y seguimiento requiere, como es obvio, el trabajo en equipo de diferentes profesionales: endocrinólogos, cirujanos, anestesiólogos, psiquiatras, psicólogos y los demás médicos especialistas que realizan las diversas valoraciones protocolarias.

En general las técnicas quirúrgicas están indicadas para pacientes con obesidad mórbida o supermórbida que no hayan conseguido bajar peso con los procedimientos tradicionales de seguimiento de dieta más ejercicio. mostrándose en estos casos la cirugía bariátrica como el método más eficaz de pérdida de peso a medio y largo plazo.

Pero, en estas técnicas quirúrgicas de cirugía mayor, si los candidatos no son bien seleccionados, puede que no se produzca la pérdida de peso esperada a largo plazo. También pueden acentuarse problemas psiquiátricos o  psicológicos previos a la cirugía. Por todo ello es necesario realizar una adecuada valoración, preparación, selección y seguimiento de los pacientes sometidos a estas intervenciones .

EVALUACIÓN Y PREPARACIÓN PSICOLÓGICA

  • ¿Qué se pretende medir?

En las evaluaciones psicológicas realizadas a los candidatos a cirugía de la obesidad es necesario valorar los siguientes aspectos fundamentales:

– Los hábitos alimenticios y la posible existencia de trastornos de la conducta alimentaria;
– La capacidad del enfermo para entender en qué consiste la cirugía, los riesgos de ésta y los cuidados que de  por vida requerirá; y
– Los posibles trastornos psicológicos  y rasgos patológicos de personalidad de los pacientes que dificulten una buena evolución tras la intervención.

  • ¿Qué instrumentos se utilizan?

Para valorar los hábitos de alimentación de los pacientes se realiza una entrevista y se piden registros de alimentación para obtener información precisa y concreta de sus conductas alimenticias: qué desayuna, qué come y qué cena el paciente; a qué hora y con quien; si se salta las comidas, si come entre horas o está continuamente picando; si se sienta para comer, si bebe mucha agua, si repiten plato, etc.

 Es importante conocer como mastica y el tiempo que tarda en comer y si come de forma ansiosa o compulsiva. Se pregunta también sobre intentos previos para perder el peso y sobre el resultado de éstos y se realiza una historia clínica de su obesidad.

También es muy importante valorar si presentan atracones o vómitos, con qué frecuencia suceden, en qué momentos del día y si existen desencadenantes. Resulta muy útil realizar un análisis funcional de estas conductas para modificarlas en caso de ser necesario. Se pregunta también por el consumo de laxantes o diuréticos sin indicación médica.

Se realiza una entrevista clínica para valorar la posible existencia de bulimia nerviosa, trastornos de la conducta alimentaria no especificados o trastornos por atracón.

La evaluación de los hábitos de alimentación es muy importante debido a que en función de éstos la técnica quirúrgica puede variar. Así es importante determinar si el paciente pica frecuentemente, o si más bien toma grandes cantidades a las horas de las comidas, o tal vez ingiere demasiados dulces.

Además de los registros y de la entrevista sobre los hábitos de alimentación y sobre los posibles trastornos de la conducta alimentaria, existen instrumentos que nos ayudan a valorar la intensidad y la cualidad de los problemas con la alimentación.

Para valorar la capacidad del paciente para entender en qué consiste la cirugía, se les explica de forma sencilla en qué consiste la operación y cómo tendrá que comer tras ésta. En entrevistas posteriores se le preguntará sobre la información que se le aportó y se valora el grado de comprensión que el paciente adquirió.

.Por último, para valorar existencia de trastornos psicológicos que pudieran contraindicar la cirugía, el psicólogo realizará entrevistas clínicas, y si es pertinente la aplicación de algún test.

Otros aspectos que no deben faltar en la valoración psicológica son las expectativas que el paciente tiene acerca de los resultados de la cirugía y en qué medida éstas son realistas, así como las motivaciones que han llevado al paciente a la intervención quirúrgica.

CRITERIOS PSICOLÓGICOS DE EXCLUSIÓN

Respecto a los hábitos de alimentación la presencia de un cuadro activo de Bulimia Nerviosa, con vómitos o atracones frecuentes, Trastorno por Atracón o Trastorno de la Conducta Alimentaria No Especificado son contraindicaciones absolutas para la cirugía bariátrica hasta que estas conductas no cambien. Pues no sólo pondrían en peligro al paciente el someterse a dicha intervención, sino que supondría un verdadero obstáculo para la optimización de los resultados esperados ( y deseados)

. La terapia cognitivo conductual se ha mostrado como la más eficaz para el tratamiento de estos trastornos y conductas ,motivo por el cual los pacientes que acuden con Bulimia Nerviosa o con Trastorno por Atracón son tratados con terapias cognitivas y conductuales. Sólo si se consigue la abstinencia de síntomas se considerarán buenos candidatos para la  operación bariátrica.

En definitiva, seleccionar de forma adecuada a la persona que se quiera someter a la operación bariátrica garantiza el éxito terapéutico independientemente de la técnica quirúrgica utilizada.

“Estabilidad psicológica, comprensión, expectativas realistas sobre la intervención, motivación y compromiso con el proceso terapéutico y el adecuado apoyo familiar son áreas a valorar.”

 

SEGUIMIENTO PSICOLÓGICO TRAS LA OPERACIÓN

Asimismo, la función asignada a la psicóloga se extiende a lo largo de la  fase postoperatoria, en la cual debe realizar evaluaciones a corto y largo plazo de todos los individuos intervenidos con el fin de observar las posibles modificaciones psicológicas y socioambientales que el paciente va acusando en dicho período y de llevar las labores de apoyo necesarias basándose en los resultados de dichas valoraciones

Es fundamental la psico-educación. En ese sentido, se trata de ayudar a los pacientes a seguir las indicaciones médicas, evaluar a nivel motivacional, contextos, emociones, manejo emocional, regulación emocional, prevención de recaídas, adaptación psicosocial e imagen corporal.
Es importante siempre poner la responsabilidad del logro en el paciente, no en la magia de cualquier fármaco o intervención quirúrgica. El éxito de la cirugía está dado por hacer los controles médicos y psicológicos en el seguimiento que corresponden, esto, sin duda aumenta la probabilidad de éxito..
 
¿Qué hay detrás de un fracaso para bajar de peso?

Antes de una cirugía bariátrica, o simplemente por problemas de sobrepeso, distintas personas han comenzado una dieta y, al no ver resultados, abandonan. Esta situación se repite en muchos pacientes con sobrepeso u obesidad, y detrás del problema puede haber múltiples factores. Algunos de ellos son:
 

  • Falta de motivación. La motivación es uno de los factores que pueden hacer que toda una estrategia para cambiar el estilo de vida fracase, pues no se trata de sentirse obligado a hacer algo que, de por sí, es complejo.
  • Rasgos de personalidad. Hay ciertas características personales que pudieran hacer más difícil el logro de resultados: pasividad, foco de control externo, tolerancia al malestar, impulsividad entre otros..
  • Sólo dietaEl concepto dieta por definición es un concepto que tiene una fecha tope, por lo tanto, todos los cambios se hacen en forma transitoria, pero para alcanzar el éxito no basta la dieta, sino conseguir cambios de por vida. Lo que se necesita es concienciar de que los cambios en un proceso quirúrgico serán a largo plazo y durante toda la vida.
  • Red de apoyo. Los cambios deben ser familiares. El apoyo es necesario para el éxito del tratamiento. 
  • Quienes tienen dificultad para mantener rutinas, si viaja mucho o trabaja en turnos, también influye.
  • Trastornos emocionales, psicológicos, psiquiátricos. Como pueden ser los trastornos de alimentación, afectivos, depresión o adicciones. Entre otras variables.
La evaluación psicológica  y seguimiento psicológico tras la intervención son claves para el éxito de la misma.

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